"Mi lucha".
Espero y les guste.
Partido nazi
Tras la primera guerra
Mundial, el pueblo alemán quedo profundamente desmoralizado por su derrota y
entro en una severa crisis económica y política
en la década de los veinte se conformó el partido Nacionalista (Nazi).
En 1923, el Partido
Nazi, encabezado por Adolf Hitler, intento dar un golpe de estado con la ayuda
de un sector del ejército.
Situación política en Alemania
Al perder la primera
guerra mundial, Alemania se encontraba en una situación económica y política
devastadora.
La pérdida de confianza
en el nuevo gobierno, el resentimiento de los ciudadanos y la gran crisis
económica que llevo a millones de alemanes al desempleo, fueron aprovechados
por Hitler, quien en pocos años convirtió al partido nazi en una de las
primeras fuerzas políticas.
Tratado de Versalles
El tratado de Versalles
se firmó entre Alemania y las potencias aliadas vencedoras para poner fin a la
primera guerra mundial. En este se impusieron a Alemania severas medidas
restrictivas y compensatorias en los ámbitos económicos, geográfico y militar.
Juventudes hitlerianas
Hitler profetizaba que
el tercer Reich (Imperio alemán) dominarías durante mil años. Por eso fundo las
juventudes Hitlerianas, para sembrar su ideología racista en las futuras
generaciones.
Fueron creadas por el
partido nazi en 1926 para dar entrenamiento militar a los jóvenes e inculcarles
la ideología nazi.
A estos grupos se
incorporaron niños y jóvenes de ambos sexos, con edades entre los 10 y los 18
años. Para 1939, la membresía en las juventudes Hitlerianas se volvió
obligatoria, por lo que estas llegaron a tener casi nueve millones de integrantes.
Un genocidio “legal”
Una característica del
holocausto fue la intención del régimen nazi de darle un sustento legal al odio
racial.
De este modo, el racismo, el antisemitismo,
la discriminación, la exclusión y la violencia se efectuaron dentro de un marco
estrictamente legal que involucro a la sociedad y a instituciones del Estado.
Incluso el asesinato fue realizado dentro de los parámetros legales del
régimen.
Inicio
del terror
A un mes de que Hitler
tomara el poder, se abrió el primer campo de concentración en Dachau para
confirmar prisioneros políticos y opositores al régimen nazi.
Para imponer su
ideología y mantener el control del Estado, los nazis complementaron su
estrategia con el uso de la fuerza y la implementación del terror en la
sociedad.
El proceso de asesinato
Quienes eran
seleccionados para las cámaras de gas seguían una rutina: primero los obligaban
a desvestirse y les quitaban sus objetos de valor; después se les rapaba la
cabeza; despojados de todo, desnudos e indefensos eran introducidos a la cámara
de gas con el engaño de que eran regaderas de
desinfección.
Al dejar salir el gas,
las victimas gritaban y luchaban por respirar, cuando se abrían las puertas,
todos yacían muertos. Finalmente se les extraía el oro de los dientes y se
cremaban los cuerpos.
Quienes realizaban esta
terrible “labor· con los cadáveres eran prisioneros judíos, conocidos como
Sonderkommandos.
La muerte de Hitler
Hitler estableció su residencia en el búnker de la Cancillería el
16 de enero de 1945, desde donde ejerció la presidencia de un Tercer Reich en
proceso de desintegración, debido a que los Aliados estaban
avanzando tanto por el este como por el oeste. Para finales de abril, las fuerzas soviéticas habían
entrado en Berlín y
estaban librando
una lucha hacia el centro de la ciudad, donde se encontraba
la Cancillería.
El 22 de abril, Hitler padeció lo que algunos
historiadores describen como una crisis nerviosa durante
una de sus reuniones para examinar la situación militar, al admitir
públicamente que la derrota era inminente y que Alemania perdería la guerra.
Al amanecer del 30 de abril de 1945, Hitler pidió reunir a todo el cuerpo médico y se despidió
de él, ante la estupefacción y sollozos de los presentes.
Hacia el mediodía, se reunió con sus
secretarias y almorzó silenciosamente una comida basada en pastas; luego se
despidió de cada una de ellas regalándole una cápsula de cianuro.
Posteriormente se despidió de la familia Goebbels, sin hacer caso a las
peticiones de Magda Goebbels de que no se suicidase.
Los edecanes esperaron unos 15 minutos y
encontraron a Hitler doblado sobre sí mismo en un sillón exhibiendo una mueca
deformada en su boca, con una pistola Walther PPK de 7,65 mm caída de su mano derecha y con un hilo
de sangre manchando la cara del líder. Eva Braun no alcanzó a percutir su arma
y estaba tendida a lo largo del diván con los ojos aún abiertos; el efecto del
cianuro no le permitió el uso del arma.
Cuando abrí la puerta de su
habitación, me encontré con una escena que nunca olvidaré: a la izquierda del
sofá estaba Hitler, sentado y muerto. A su lado, también muerta, Eva Braun. En
la sien derecha de Hitler se podía observar una herida del tamaño de una pequeña
moneda y sobre su mejilla corrían dos hilos de sangre. En la alfombra, junto al
sofá, se había formado un charco de sangre del tamaño de un plato. Las paredes
y el sofá también estaban salpicados con chorros de sangre. La mano derecha de
Hitler descansaba sobre la rodilla, con la palma mirando hacia arriba. La mano
izquierda colgaba inerte. Junto al pie derecho de Hitler, había una pistola del
tipo Walther PPK calibre 7,65 mm. Al lado
del pie izquierdo, otra del mismo modelo, pero de calibre 6,35 mm. Hitler
vestía su uniforme militar gris y llevaba puestas la insignia de oro del
Partido, la Cruz de Hierro de Primera Clase y la medalla de los heridos de la
Primera Guerra Mundial; además, llevaba puesta una camisa blanca con corbata
negra, un pantalón de color negro, calcetines y zapatos negros de cuero.